Nos llegan a diario noticias de actualidad, nosotros nos sumamos a esta iniciativa haciéndonos eco y a su vez transmitirles y hacerles participes  para que tomen consciencia de su importancia, el usuario debe conocer y sopesar con conocimiento de causa antes de instalar unos neumáticos de segunda mano, porque como a usted nos importa su seguridad y la de su familia.

 Porque es más caro invertir en neumáticos usados

 El coste de un milímetro de goma útil oscila entre 7 y 10 €, mientras que el de uno nuevo es de 6 a 7,5, según el distribuidor.

La  rentabilidad de los neumáticos de segunda mano queda en entredicho, según un estudio de Grupo Andrés elaborado tras revisar casi 1.000 cubiertas. Los neumáticos usados se venden con precios comprendidos entre 15 y 20 euros, pero ofrecen poco más de 2 mm de profundidad de dibujo, mientras que los neumáticos nuevos, con todas las garantías, arrancan en 45-55 € con 8 mm de goma de calidad en su banda de rodadura, según dicho informe.

Los neumáticos de segunda mano son, a juicio del distribuidor, "especialmente peligrosos" con lluvia, al necesitar hasta el 46% más de distancia que unos neumáticos nuevos para detener un turismo cuando se rueda sobre mojado a 80 km/h: 37,8 metros frente a 25,9. Los especialistas de Grupo Andrés advierten que más del 34% de los neumáticos de segunda mano comercializados tienen defectos, que "impedirían su venta si se examinaran detalladamente".

Actualmente hay más de dos millones de cubiertas de segunda mano, sin garantías, rodando por la Península, según Grupo Andrés. El 60% de los automovilistas con vehículos de más de 10 años elige estas cubiertas a la hora de cambiar sus ruedas, mientras que son las seleccionadas por el 35% de propietarios con turismos de 5 a 10 años.

Entre otras conclusiones del estudio, el 16% del total de neumáticos analizados tenían reparaciones realizadas sin la garantía de un taller. Además, el 4% mostraba daños irreparables en los canales de drenaje y otro 4% tenía destrozos en los laterales de esa misma banda de rodadura por rodar con presiones de inflado por debajo de lo recomendado y el 2% llevaba objetos punzantes clavados en su estructura. También, otro 2% había recibido destrozos graves por montajes y desmontajes inapropiados y el mismo porcentaje llevaba las lonas al descubierto, síntoma de desgaste extremo. Todos estos fallos son vitales para la seguridad del automóvil y sus ocupantes, según Grupo Andrés.

Eduardo Salazar, director general de la empresa salmantina, recuerda que “los neumáticos de segunda mano comercializados en el mercado peninsular no superan ningún control de calidad. No se conoce su origen, ni la vida que han llevado. Carecen, incluso, de una etiqueta con el distintivo Segunda Mano, que ya es obligatoria en otros países europeos”.

La DGT recuerda que el 75% de los accidentes en carretera causados por las cubiertas deben achacarse a la utilización de neumáticos de segunda mano. En Gran Bretaña, por ejemplo, se han contabilizado 968 automovilistas fallecidos o heridos de gravedad en 2013 por la utilización de esta clase de cubiertas.

a raíz de datos la Dirección General de Tráfico, que ponen de manifiesto el problema de seguridad vial que supone la presencia de más de un millón de cubiertas propensas a reventar y con mínimo agarre en las vías del país.

Según el distribuidor de neumáticos Grupo Andrés, tres de cada cuatro accidentes provocados por los neumáticos se deben a que se trata de cubiertas de segunda mano.

Por perfil del conductor, seis de cada diez con coches de más de diez años eligen estas cubiertas, la misma elección que realiza el 35% de los que poseen coches de entre cinco y diez años de antigüedad, según el distribuidor de neumáticos.

Grupo Andrés asegura que los neumáticos de segunda mano se comercializan en España sin superar ningún control de calidad: no se conoce su origen ni la “vida” que han llevado, no pasan ningún tipo de control ni se revisa la integridad de su estructura interna, clave para garantizar su respuesta, ni el kilometraje ya cubierto, fundamental para asegurar su adherencia en mojado y seco.

Se trata de un grave problema en un país que ha pasado, en sólo cinco años, de exportador a importador de esta clase de neumáticos, que proceden sobre todo de Alemania, Francia, Italia y Holanda.