NGK ha puesto a disposición del mercado de la posventa de
automoción su bujía PLFER7A8EG, que ya equipa en origen a aproximadamente 20
modelos del grupo Volkswagen con motores 1.8 y 2.0. Los vehículos con
motorización TFSI llevan este elemento en su interior.
Se trata de una bujía de doble metal precioso con rosca M14, punta de platino
en el electrodo central y un chip de platino en el electrodo de tierra.
Tal y como explica NGK, la alta capacidad de recuperación de los metales
preciosos ofrece una mayor seguridad de encendido a lo largo de toda su vida
útil. Su electrodo central, además, presenta un diseño extremadamente delgado
que mejora la eficiencia del motor.
En lugar de un conector SAE, la bujía PLFER7A8EG dispone de un terminal
específico nuevo. Dentro de él, un resorte se encarga de establecer el
contacto. La nueva conexión ahorra varios milímetros de espacio y permite que
el aislador de cerámica sea alargado, una condición que, a su vez, mejora la
resistencia en la descarga disruptiva, incluso a altas tensiones de ignición.